La auténtica revolución

 

La gran revolución, la auténtica y la que puede perdurar no ha de llevarse a cabo a través de la destrucción o del fuego, ha de realizarse modificando lo existente, mejorándolo, pero el principal y necesario cambio debe de realizarse dentro de nosotros mismos.

Si se destruye o somete a un grupo social por la fuerza sin haber cambiado su mente y sus creencias, de sus ruinas y de sus cenizas renacerá una civilización que tratará de reproducir algo similar a la que se suprimió. Ten en cuenta que sólo pueden mantener cierta estabilidad todas aquellas creencias que se sustenten en una filosofía basada en la búsqueda del bien y que se fundamenten en el Amor.
La transformación necesaria para esta revolución ha de llevarse a cabo en nuestro interior afectando a nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro entorno; hemos de romper con nuestras estructuras mentales, que son las que nos mantienen rehenes y nos mueven a arremeter contra nuestro entorno a pesar de haberlo creado nosotros con nuestro inconsciente colectivo; hemos de pasar a trabajar en base a la positividad hasta que quede afectado nuestro entorno y quienes nos rodean; esta positividad generaría una energía que nos sería devuelta ampliada, tal como nos enseña la LEY UNIVERSAL DE RADIACIÓN, la cual constituye uno de los grandes secretos de la élite, de forma que afectaría poco a poco a un entorno cada vez mayor al ir haciéndose más permeable y receptiva a esta energía un número mayor de personas. Cuanta más de esta energía exista más seres se contagiarán de ella y si llega a afectar a un amplio entorno habremos ganado la auténtica revolución sin derramamiento de sangre y sin ocasionar dolor.
 Como este entorno se construyó basándose en el bien, la positividad, perdurará en el tiempo y sólo merecerá la pena hacer variaciones en él basándonos en una filosofía siempre dirigida al bien que abarque verdades más amplias.

Cuando nuestro despertar sea algo consolidado no podremos ser impregnados otra vez por la negatividad que conllevan las prédicas y los consejos de los guiados por la oscuridad y que, a la larga, volverían a ocasionar dolor.

 Así se morirían de hambre quienes se alimentan de nuestros miedos y habrían de abandonarnos.
Pero para ello hemos de despertar para así dar paso a la auténtica revolución.
No vale el jolgorio, el sonar las palmas ni la pasividad hasta que no se logre el nivel de positividad adecuado; por positividad se ha de entender el trabajo buscando siempre el bien de toda la colectividad incluyendo a animales y plantas y creando máquinas para que hagan la mayor parte del trabajo*; pero el hombre seguirá teniendo unos trabajos importantes: el servicio a los demás y su cultivo personal en múltiples campos siendo el principal el cultivo de la espiritualidad.
Tras haber despertado y haber adquirido un nivel de espiritualidad suficiente aprenderemos a identificar las tretas de los oscuros, tales como la de que nos reproduzcamos como ratas para así traernos nuevos problemas por superpoblación en base a ideas falsas, como la de nación, las ideas religiosas o la tradición, pues mucho de la tradición estuvo inspirado por la oscuridad para traernos sufrimiento a la larga. Un entorno bien cultivado ha de abarcar la idea de que sólo se han de tener los hijos a los que este entorno pueda atender en su crecimiento espiritual y en la idea de entorno ha de incluirse tanto la sociedad como la tierra que da sustento a plantas, animales y humanos. 
Ten en cuenta que la relación social y de pareja es una gran herramienta para el crecimiento espiritual, pues sólo a través de ella podremos ser condescendientes, amorosos, caritativos, maestros, alumnos, etc., y que el Amor Incondicional y la Libertad van de la mano. 
Todo esto no nos libraría totalmente de aquellos dirigidos por la oscuridad, pero los males que ocasionarían serían infinitamente menores.
Tampoco nos liberaría de la constante posibilidad de elección de la Oscuridad o de la Luz de la que siempre dispondremos con nuestro Libre Albedrío, pero casi siempre elegiríamos la Luz y, recuerda, la elección de la Luz nos trae de vuelta más Luz.
 

El Libertario

*hemos de tener en cuenta siempre que las máquinas no han de ser propiedad de particulares, sino de todo el pueblo, pues en otro caso estas nos desplazarían y los propietarios de ellas comenzarían a pensar en prescindir de nosotros

 

 

 

Nadie invade cuando llega a otro lugar con una mente abierta, una mente que no juzga y que es capaz de sopesarlo todo.

Se invade cuando alguien llega a un lugar e intenta imponer sus costumbres, o cuando se juzga las costumbres e ideología del lugar al que se llega y se mantiene en mente la idea de que están equivocadas las gentes del lugar aún cuando esas costumbres del lugar no sean contrarias al Amor.

Siempre han de ser más respetadas todas aquellas costumbres que más engrandezcan en lo espiritual a quienes las siguen o costumbres que propicien el que el Amor se expanda sin distinción por raza o por sexo.

 
 
El Libertario
 
 

 

La salida del frondoso laberinto en el que hoy se encuentra la humanidad entera, así como donde está toda esa gente amada de vuestro pequeño núcleo, no la podréis ver si no es informándose, reflexionando, retrocediendo, sintiendo paso por paso, sopesando dulcemente el peso de cada andadura. Viendo y observando sin emocionalidad todos los mecanismos por los que os habéis dejado arrastrar día a día.

Mecanismos psicológicos y relacionales, laborales y sociales, económicos y políticos.

Tan solo tomando conciencia de vuestro proceso grupal e individual, fría, ecuánime y amorosamente, podéis comenzar a esbozar la clave de la liberación de dicho proceso y empezar a caminar suave y firmemente por los peldaños de la ascensión.

 

Palabras de María Magdalena - Marta Povo