Pirámides y energía

 
 

RENOVACIÓN DEL PODER DE LAS PIRÁMIDES

 

Todo el concepto de poder de las pirámides había quedado a poco más que un mito urbano hasta el año 2001, cuando la Asociación de Investigación de la Pirámide de Giza (Giza Pyramis Association) del doctor John de Salvo publicó en su sitio web los resultados impresionantes de estudios realizados en Rusia sobre las pirámides, nuevos para el mundo occidental. La historia comienza en 1990, cuando el científico militar moscovita Alexander Golod empezó a construir grandes pirámides en Rusia y Ucrania. En 2001 ya se habían construido diecisiete pirámides en ocho ubicaciones distintas, dentro de Rusia y Ucrania, y en el verano de 2010 ya se habían construido 50 pirámides en todo el mundo, aunque la mayoría seguía estando en Rusia y Ucrania.

 

El doctor Golod construía sus pirámides con un armazón interior de tubos de PVC recubiertos de planchas de fibra de vidrio con las que se producían superficies lisas. Todas ellas estaban construidas siguiendo la Razón Áurea. La proporción de 1 a 1,618 que se representa por la letra Fi del alfabeto griego y que se observa con tanta frecuencia en las pautas de crecimiento de los organismos vivos, tales como las conchas espirales de los moluscos marinos. Con esta proporción las pirámides de Golod eran más empinadas que la Gran Pirámide, con un ángulo de inclinación de unos 60 grados. Su cúspide alcanza una altura cerca del doble de la Gran Pirámide en proporción al perímetro de su base, con lo que las pirámides de Golod parecen más bien obeliscos, agujas de iglesias o betilos de las monedas griegas y romanas.

 

La pirámide mayor de Golod alcanza una altura de 44 metros, pesa 55 toneladas, tardó cinco años en construirse y su construcción le costó más de un millón de dólares. Se terminó en 1999 y se hizo con materiales NO CONDUCTORES, sin un solo elemento de metal.

 

El doctor Golod realizó estudios del aire por encima de la pirámide con un instrumento ruso llamado “localizador militar” que es semejante al radar. Con este instrumento se detectó alrededor de la pirámide una columna de “energía desconocida” de unos 500 metros de diámetro y 2.000 metros de altura. Por desgracia Golod no explicaba en qué consistía aquella energía, ya que toda la tecnología que emplearon para detectarla sigue siendo secreta. Descubrieron más tarde que alrededor de la pirámide había un círculo de energía mayor, con un asombroso diámetro de 300 kilómetros. El equipo de Golod calculó que si se pretendiera crear con energía eléctrica aquella agitación inmensa de la atmósfera tendría que emplearse la energía producida por todas las centrales eléctricas de Rusia trabajando a pleno rendimiento. Además el agujero de ozono que estaba justo encima de la pirámide se cerró solo dos meses después de su construcción.

 

Como experimento, el equipo de Golod guardó semillas agrícolas en la pirámide durante periodos de entre uno y cinco días antes de que se sembraran. Se hizo aquello con más de 20 variedades de semillas distintas que se plantaron en decenas de miles de hectáreas. En todos los casos con las semillas de la pirámide se alcanzó un aumento de producción entre el 20 y el 100 por cien. Aquellas plantas no enfermaban y no les afectaban las sequias.

 

Golod y sus compañeros descubrieron que cualquier cosa que fuera dañina para la vida se transformaba para mejor si se ponía dentro de la pirámide. Los venenos y otras toxinas se volvían milagrosamente mucho menos destructivos después de una estancia, aunque fuera breve, en la pirámide. Los materiales radiactivos se descomponían más deprisa de lo esperado. Los virus y bacterias patógenas peligrosas se volvían mucho menos dañinos para los organismos vivientes tras pasar un tiempo en la pirámide. Hasta las drogas psicotrópicas como el LSD tenían menos efecto sobre las personas que estaban dentro de la pirámide o en sus proximidades.

 

En el pueblo de Ramenskoe, próximo a Moscú, una pirámide de 12 metros fue capaz de hacer que el trigo creciera un 400 por 100 mejor que antes. La media de vida del carbono radioactivo se reducía en una proporción apreciable. Se manifestaban cambios curiosos en las pautas de cristalización básicas de algunas sales. El hormigón fraguaba con más fuerza. Los diamantes sintéticos elaborados dentro de la pirámide se hacían más duros y puros de lo normal. Otros cristales naturales sufrían cambios perceptibles; por ejemplo, se volvían más transparentes.

 

En la región de Arkhangelsk tenían un grave problema de agua y buscaron la solución en las pirámides del doctor Golod. El suministro de agua estaba contaminado con estroncio y metales pesados. La administración municipal mandó construir una serie de pirámides sobre la zona y al poco tiempo estaban extrayendo agua limpia. Al parecer esta agua se ha mantenido pura desde entonces. Lo mismo aconteció en Krasnogorskoe, próximo a Moscú, donde una sola pirámide fue capaz de eliminar toda la sal que había estado contaminando el agua.

 

Algunos de los descubrimientos de otros equipos de la Academia de las Ciencias de Rusia, nos muestran que las pirámides llegan a protegernos claramente de los cambios terrestres catastróficos. En vista de los cambios increíbles que pueden provocar los huracanes, los tsunamis, los terremotos, los volcanes y demás, deberían explorarse estas posibilidades a gran escala y en todo el mundo.

 

Los científicos rusos compararon el número de terremotos que se habían producido en las zonas locales antes de construirse las pirámides con los que se registraron después en la misma región. Sorprendentemente vieron que en vez de darse un único terremoto fuerte, se daban centenares de terremotos minúsculos que no producían el menor daño. Al parecer las pirámides iban descargando gradualmente la fricción y la tensión geotectónica que normalmente haría que se produjeran en la superficie terremotos violentos y catastróficos.

 

Basado en EL CAMPO FUENTE, de David Wilcock

 

 

 

LA GRAN PIRÁMIDE

 

Tras concluir los doce años de sus prácticas con el “Ojo izquierdo de Horus” (el entrenamiento del cuerpo emocional) y doce años más en el “Ojo derecho de Horus” (el entrenamiento de la unidad de la conciencia), el discípulo tenía que descender a lo profundo de la Gran Pirámide para llevar a cabo una prueba final de iniciación que duraba tres días y medio.

 

Toth* afirma que las pirámides fueron construidas de forma específica para llevar al individuo del segundo nivel de conciencia (en el que nos encontramos actualmente) al tercer nivel, que es la conciencia crística. La Gran Pirámide es, pues, una cámara de iniciación.

 

Fueron los árabes quienes dieron el nombre de cámara del rey y cámara de la reina a estas estancias de la Gran Pirámide, al ver su sugestivo trazado. El techo de la cámara del rey es plano, y los árabes suelen enterrar a sus muertos varones bajo techos planos. La cámara de la reina, por el contrario, tiene un techo inclinado, y los árabes suelen enterrar a sus muertas bajo techos de este tipo. Pero, según Drunvalo**, estas cámaras nada tiene que ver con enterramientos, puesto que fueron cámaras de iniciación.

 

El proceso de iniciación comenzaba en los subterráneos de la Gran Pirámide. Desde allí el iniciado se trasladaba a la cámara del rey y, finalmente, a la de la reina. El proceso de iniciación comenzaba en una sala bajo la Gran Pirámide porque los iniciados necesitaban encontrar primeramente la espiral de “luz negra” que llega hasta el centro de la tierra y hasta las Salas de Amenti. Ese túnel sigue existiendo en los subterráneos de la Gran Pirámide y parece como si concluyese en un lugar impreciso. Todavía nadie ha descubierto la razón de que esto sea así.

 

Según afirma Drunvalo, el túnel es el lugar en el que se conecta con la “espiral de luz negra”, una vez que esta ha pasado por el punto cero, o Gran Vacío. En realidad, este túnel constituye una cámara de iniciación de la “espiral de luz negra”. Cualquier pensamiento que pueda tener uno en ese túnel se hace real, porque es un espacio que pertenece a la cuarta dimensión. Por tal motivo muchas personas encontraron la muerte en este lugar, al manifestar sus miedos. Han pasado tantas cosas extrañas en este túnel, que últimamente el gobierno egipcio lo ha cerrado a los turistas. No cabe duda de que ha sido una buena idea, porque los turistas por lo general no saben qué hacer cuando se encuentran en la cuarta dimensión.

 

Este túnel constituye la primera fase de iniciación en la conciencia crística, la cual representa una forma absolutamente diferente de interpretar la realidad. Desde este punto, el iniciado camina hacia la cámara del rey. Este lugar estaba concebido para atrapar la espiral de “luz blanca” en su origen, y filtrar la “luz negra”. La cámara del rey parece un lugar marginal, pero en él se encontraba un sarcófago situado de tal forma que si uno se introducía en él la “espiral de luz blanca” penetraba directamente en la glándula pineal. Los iniciados yacían en este sarcófago durante tres días y medio, en el transcurso de los cuales abandonaban el mundo de la tercera dimensión, y experimentaban una increíble expansión de conciencia. Les era posible regresar a sus cuerpos gracias a que utilizaban los principios de la espiral Fibonacci y no la espiral logarítmica dorada. La espiral logarítmica no tiene principio ni fin, pero la espiral de Fibonacci posee un punto de partida. Así pues, los iniciados podían realizar el regreso a sus cuerpos debido a que tenían un punto de referencia en la espiral Fibonacci.

 

Después de haber experimentado esta transformación del ser y de la realidad, el iniciado iba a la cámara de la reina, que serviría de lugar de estabilización. Aunque se hubiera podido vivir con éxito la experiencia de la cámara del rey, la mente ha quedado tan dramáticamente alterada que se necesita un periodo de reposo. Y esto era precisamente la cámara de la reina, una especie de santuario para estabilizar la conciencia crística.

 

Cuando los arqueólogos abrieron por primera vez el sarcófago de la cámara del rey, encontraron dentro un polvo cristalino de color blanco, totalmente desconocido, que inmediatamente se pusieron a examinar. Ese polvo puede verse hoy en día en el Museo Británico. Nadie supo de qué se trataba hasta hace muy poco tiempo; y la explicación es algo que no se podía imaginar. Los científicos han descubierto que cuando una persona se encuentra en un estado de meditación muy profunda, la glándula pituitaria excreta una sustancia química que, posteriormente, cristaliza y se convierte en polvo. En el sarcófago existente en la cámara del rey se encontró tanto polvo de este tipo que ello demuestra que por allí debieron de pasar muchas personas.

 

Se ha teorizado mucho sobre la posibilidad de que la Gran Pirámide fuera un monumento funerario. Sin embargo, existen gran cantidad de pruebas que demuestran que no se trataba de eso, sino de un lugar de iniciación. Cuando en el antiguo Egipto moría un personaje de importancia, los sacerdotes recogían su corazón y otros órganos internos que depositaban en cuatro recipientes: se momificaba al muerto, se le colocaba en su sarcófago y se sellaba este. Después se llevaba el sarcófago al lugar de enterramiento definitivo. El sarcófago existente en la cámara del rey es más grande que la puerta de acceso. Esto demuestra que se colocó allí cuando se estaba construyendo el lugar, y que no se pensaba moverlo de la cámara.

 

LA CUARTA DIMENSIÓN – Bob frissell

*Hermes Trimegisto

**Drunvalo Melchizedek