Proyecto Ser Humano

 
 

Hace miles de años, cuando la Tierra brillaba más que ningún otro planeta de tu sistema solar, las 32 civilizaciones más avanzadas del Universo Local decidieron crear una nueva Raza universal que tuviera lo mejor de cada una de ellas y la esencia de los tres universos.  Esta esencia, sustancia divina, se llama AMOR o Energía Crística.

 

Esta raza sería la más evolucionada de todo tu universo, la Raza 33.

 

1-Seres de Pléyades, 2-Cinturón de Orión, 3-Nebulosa de Orión, 4-Escorpiones, 5-Apunianos (Alfa Centauri B), 6-Constelación del Cisne, 7-Sirio A, 8-Sirio B, 9-Sirio C, 10-Lyra, 11-Vega, 12-Andrómeda, 13-Arthurianos, 14-Alfa Centauri A, 15-Antares, 16-Casiopea, 17-Altair, 18-Procyon, 19-Nuraios (Hijos del Sol), 20-Carianos (Galaxia Carina), 21-Pegassos, 22-Osa Mayor, 23-Constalación del Águila, 24-Constelación del Can (Adhara), 25-Seres de Ara, 26-Cepheus, 27-Herculianos, 28-Seres de Algol, 29-Galaxia del Triángulo, 30-Piscis Australis, 31-Representantes de Hidra, 32-Nebulosa Ojo de Gato.

 

Los reinos más sabios de estas constelaciones y galaxias, en concreto 32, visitaron tu amada esfera azul para dar comienzo a uno de los mayores proyectos que haya habido en el Universo Local: La Raza Humana.

 

Estas civilizaciones crearon un Templo Físico, a través del cual una Conciencia estelar pudiera experimentar. En este Templo unificaron lo mejor de cada Raza en forma de 32 códigos estelares (insertados en la columna), junto a una Malla energética donde reside toda la experiencia vital de la Conciencia que encarna. Recuerda que esta Malla divina permite a dicha Conciencia encarnar y así experimentar.

 

Son los Pleyadianos, en concreto, los seres que viven en Taygeta (una de sus estrellas), quienes se encargan de acompañar a las Mallas sagradas que envuelven a cada ser que habita en el cosmos, en forma de puente interdimensional, es decir, de una dimensión a otra. Los pleyadianos son conocidos como los “Sembradores del Espacio”.

 

Los seres de Taygeta comenzaron a “sembrar”, a acompañar estos moldes divinos junto con un representante de cada una de esas 32 civilizaciones en la era Mesozoica de la Tierra, cuando todos los continentes estaban unidos. Ya en aquella época de la historia había vida en la esfera, vida intraterrena, debajo de la corteza terrestre; ya que toda forma de vida en el Universo se manifiesta dentro de las esferas, nunca en la superficie, salvo en algunas excepciones, como es la formación de una raza cósmica.

 

En aquel entonces, la Tierra tenía su propia manifestación de vida, condiciones climatológicas y solares, agua, vegetación, minerales y otras formas de vida intraterrena desconocidas aún por la humanidad.

 

Los Hermanos Mayores (las 32 civilizaciones más avanzadas) asentaron sus bases debajo de la superficie terrestre, creando ciudades, laboratorios, pirámides sagradas, escuelas suprafísicas y una amplia magnitud de herramientas para comenzar a desarrollar la nueva raza. Estaban en continua comunicación con el núcleo interno de la esfera y con el núcleo del Universo Local, abriendo coordenadas de tiempo y de espacio, y en permanente contacto con sus lugares de origen, monitoreando la evolución de este milagro universal.

 

Así nació la Raza Humana, un proyecto genético universal, amparado, contenido y monitoreado por sus creadores. Ellos decidieron preparar la superficie de esta esfera, en la que la Raza Humana se desarrollaría, cubriéndola con una capa etérea que protegiera a los seres de la irradiación fotónica de los tres universos.

 

Desde el comienzo del proyecto hasta este momento los Hermanos Mayores te han cuidado y acompañado en cada respiración, esperando que de manera consciente enlaces con ellos. Nunca se fueron, nunca te dejaron, su oferta es total y absoluta. Se trasladaron desde sus lugares de origen hasta esta esfera para ofertarse al plan cósmico, siendo testigos del crecimiento de este futuro reino. Es por ello que el proyecto de crear una nueva Raza no está amparado solo por la ciencia cósmica, es algo mucho más importante, es un Plan divino y sagrado de Amor eterno.

 

Es necesario reflexionar profundamente: tú eres una Conciencia estelar que ha encarnado en una raza cósmica a través de tu Templo Físico para vivir una experiencia como Ser Humano. En realidad no eres un ser humano, estás viviendo una experiencia a través de esta manifestación física. El Ser Humano está por desarrollarse y eres quien está acompañando este proceso sagrado.

 

La Raza 33 - Anael
 
 
 
 

EL PLAN ORIGINAL  

 

El sector de Vida en el Sistema Solar al cual llamáis Planeta Tierra, ha sido intervenido en diferentes ocasiones por Fuerzas anticrísticas en el pasado. 

 

Esto ha ocurrido por que, si bien la Jerarquía Solar universal posee “obreros”, “capataces”, “intendentes” y “gobernantes” en todos los sectores del universo, existen seres aún no enfilados en los Propósitos de Dios que siguen sus fines propios, y esto es algo contra lo que tenemos que luchar en forma permanente. No todos los planetas, sistemas y regiones del universo han sido elevados en vibración lo suficiente como para integrar la gran hermandad de la Voluntad Solar. 

 

Pero sí existen seres con un grado no menor de tecnología la cual les ha permitido viajar más allá de su cuadrante y visitar otros planetas, lo cual ha permitido la mezcla de razas sin la aprobación de la Voluntad Divina*; y esto ha ocurrido también en vuestro planeta.  El Plan original era el establecimiento de una RAZA MADRE en la Tierra y la inclusión paulatina de otras razas menores, en un proceso estudiado científicamente para que la evolución fuese sin sobresaltos y en la mayor armonía. Pero con la infiltración de “genes no autorizados” en la época Lemúrica, ese plan tuvo que ser abortado y la Jerarquía tuvo que tomar otro camino.  

 

Los lemures fueron una raza de prueba y constituirían un paso hacia la instalación de la Raza Madre. Pero al incluirse genes extraterrestres de un orden diferente se desvirtuó el camino de creación de la RAZA MADRE pensada originalmente. Sin embargo llegamos a establecer un orden según el Plan Divino igualmente, amalgamando nuevos genes a la Raza y corrigiendo, en alguna medida, lo que había sido desvirtuado. Los “genes intrusos” (por decirlo de alguna manera y para que se entienda) portaban frecuencias de violencia y agresión en mayor grado de lo conveniente, y esos genes han ido pasándose de generación en generación y de raza en raza.

 

  Existe un largo camino para cambiar la naturaleza genética de una Raza; no se puede hacer de golpe. Y si bien a la Raza Lemur sucedió la Atlante con todos sus cambios, la inclusión genética de rasgos lemures a la atlante era inevitable que sucediese, por que la evolución no puede desvincularse de sus procesos anteriores. Cada cosa sucede en relación a otra anterior; todo ocurre de acuerdo a la Ley de Causa y Efecto. Es por ello que la luz del Plan Original, al ser intervenido o cambiado por fuerzas anticrísticas, tuvo que seguir otros lineamientos evolutivos y tuvimos que trabajar en ello. De otra manera la única posibilidad de borrar el error hubiese sido eliminar, exterminar la Raza, es decir, dar por terminado el proceso de evolución en este planeta; y esto no fue hecho por que vimos que con esfuerzo de la Jerarquía Solar se podría corregir el problema, dando nuevas oportunidades al impulso de la evolución. Además no se puede considerar aquí solo a las formas materiales de vida, sino que había que considerar principalmente el grupo de cientos de miles de mónadas, “chispas solares”, que venían haciendo su proceso de vida evolutiva espiritual a través de las formas creadas; y no era viable de ninguna manera dejar a la deriva a las mónadas que ya habían hecho un largo viaje de transmigración de formas para llegar a la “forma humana”, capacitada para el nacimiento de la conciencia individual.  

 

Hemos esclarecido una ínfima parte de vuestra historia. Este ha sido sólo un eslabón más de un conocimiento perdido en la inmensidad de vuestra historia como seres humanos.  Nosotros siempre estuvimos a vuestro servicio, pero podéis ver que nada es infalible en el universo, y nosotros, vuestros hermanos mayores en evolución, también tenemos desafíos que realizar y lecciones de vida que aprender, aunque dichas lecciones están más allá de vuestro alcance para compreder.  Somos seres extraterrestres que provenimos de otros sectores de la Vía Láctea y de otras galaxias. Nuestra morfología es igual a la vuestra a veces, pero otras veces es muy diferente. 

 

 Estamos en vuestro planeta desde la creación del mismo y hemos sido responsables de la aparición original de la vida en los mares, cuando aún nada existía que pueda llamarse por vuestra ciencia: VIDA.  Mantenemos ahora una vinculación de acompañamiento de la humanidad en su proceso de iluminación colectiva, por que como sabéis, habiendo atravesado ya por los sinsabores de tantos eventos históricos humanos, estáis ahora viviendo junto al planeta el vital proceso de ASCENSIÓN VIBRACIONAL que os llevará a otra conciencia. Somos de la región de Pléyades, de Maya, ó Planeta Azul. Nuestra energía de Paz os cubre. 

 
 
 
Fraternidad cósmica - Al servicio del Despertar
 
*realmente en los mundos en los que existe "libre albedrío" no es posible esto de "sin la aprobación de la Voluntad Divina", pues todos somos parte del SER, de Dios; si alguien hizo una incursión en un planeta con intenciones negativas, es decir, con la intención de aprovecharse de sus habitantes, ello significa que los habitantes de ese planeta no poseían un nivel espiritual suficiente (desunión por naciones, por credos, etc., probablemente) y significa que se hacía necesaria la intervención de los seres negativos, y de alguna forma el inconsciente colectivo de los seres del planeta permitió la interveción, pues la alta negatividad acelera el aprendizaje, ya que las lecciones son muchas cuando el mal se hace notar, aunque nunca el mal, ha de sobrepasar unos límites a partir de los cuales no sea posible escapar ni progresar el alma de bien (la del ser altuista) 
 
 
 
 

Te recuerdo que este planeta está dentro del Universo y que la raza humana es una más, entre miles de millones de civilizaciones estelares que surcan nuestro inmenso cielo.

 

Hemos encarnado en otras razas también. Hemos respirado de diferentes formas, hemos caminado por senderos de agua, de cristal y de aire; en otras ocasiones, nuestros cuerpos tomaron formas y contornos abstractos, experimentamos siendo seres gigantes y pequeños, combinamos formas y geometrías de otros mundos; fuimos seres masculinos, femeninos y andróginos, como también habitamos el no género. Pudimos transformarnos en esferas de luz multicolor, respondiendo a impulsos sublimes. Pudimos contemplar un cielo lleno de lunas, colmando nuestras almas de infinitas verdades. Querido amigo, hemos formado parte de otras civilizaciones cósmicas, cada una de ellas irrepetible, especial y única.

 

Cada experiencia está grabada dentro de ti, en tu alma y en tu Ser; está esperando a que algún día confíes lo suficiente en tus sensaciones e intuiciones como para comenzar a vaciar el cuerpo que las contiene y empezar a dar rienda suelta a la sabiduría tan excepcional de una humanidad consciente.

 

DESENCARNACIÓN - Anael